SENDERO LA GEODA
Las Joyas de Pulpí
Una Geoda es una cavidad rocosa donde han cristalizado de forma muy lenta, minerales conducidos por aguas subterráneas.
La Geoda Gigante de Pulpí fue descubierta de forma accidental en 1.999 en el interior de la Mina “Quién tal pensara o Mina rica” y está situada en la pedanía del Pilar de Jaravía, a 3 km de la línea de costa.
Dedicada hasta los años 70 a la extracción de hierro y plomo, fue encontrada a una profundidad de 50 metros (nivel del mar actual) y su temperatura está constante a 20º .
Posee unas dimensiones, perfección y transparencia en sus cristales de yeso que la hacen única en el Mundo. Por su alta fragilidad y singularidad debe ser conservada de la acción humana.
Joyas botánicas Pulpileñas
Son plantas que aparecen de forma exclusiva en nuestro pueblo, destacamos la preciosa flor de Coronilla talaverae, la escasa fumaria munbyi, el exclusivo garbancillo de las Salinas (Halocnemum strobilaceum), el vistoso Helianthemum motae y la delicada espuela de Almería (Linaria nigricans). Por su rareza y limitada área de distribución son especies protegidas del exclusivo patrimonio natural de Pulpí.
Los cambios de usos del territorio y las limpiezas de playas mecanizadas destruyen la flora litoral, el banco de semillas y el horizonte suelo, necesarios para la supervivencia de estas especies.
La Conservación de estas “joyas botánicas” es nuestra responsabilidad como vecinos y visitantes.
Mina Quién tal pensara y su entorno
Como tantas otras minas que comenzaron a finales del siglo XIX y se abandonaron en la primera mitad del siglo XX. La Quien tal Pensara (o como la llamaban los mineros “Mina rica”), constituye una de las mejores minas de hierro del Sureste peninsular.
Formado por un espacio de laboreo mixto de interior y exterior con contenidos de hasta el 55% en óxido de hierro, siendo la ganga (principal mineral provechoso) la barita, celestina, cuarzo y yeso. Profundizando, el contenido de plomo era superior, de ahí la presencia de un lavadero de flotación. Existen además, dos hornos de tostación de carbonatos en las instalaciones anexas a la mina.
En el interior de la misma, se descubrió en 1.999 la Geoda Gigante de Pulpí, tapizada de espectaculares cristales de yeso, únicos por su tamaño, belleza y singularidad. Por las dimensiones de los cristales que crecen sobre una costra de siderita (carbonatos de hierro) están considerados los más perfectos del mundo.